Los frutos de nuestro trabajo

El pasado 6 de septiembre hicimos una celebración para presentar nuestra nueva web y logo, y celebrar nuestros 12 ½ años de andadura. Aprovechamos la ocasión para hacer un recorrido por nuestra historia, explicar el porqué de nuestro nombre, y recordar cuáles son nuestros servicios… Os contamos aquí los frutos, las alegrías y placeres que recogemos con nuestro trabajo ¡Esperamos que os guste!

Hace más de 12 años empezó Desmontando a la Pili. Ya os hemos (referencia aquí) contado que este trabajo no siempre es fácil, que tiene obstáculos y que desde luego, nunca se acaba.

Pero, ¿os podéis imaginar el placer de recoger los frutos de todo este trabajo? Para que no lo imaginéis, os lo vamos a contar. Otras cosas nos cuestan, pero hablar de placeres, nos sale sólo.

Durante los primeros años de cooperativa dedicamos mucha energía a crear unas reuniones tuppersex diferentes. Queríamos que conservaran el carácter lúdico que las caracteriza, pero que también permitiesen aportar información de calidad y fuesen espacios seguros para compartir, preguntar y aprender.

Después de mucho esfuerzo dimos con la fórmula y tras años y años de ponerla en práctica, hemos visto que aporta cosas fantásticas. Entre ellas: vemos cómo se caen los muros de vergüenzas entre madres e hijas, tías y primas en las reuniones familiares, y pasan de querer ver vibradores a compartir sus miedos y experiencias con la erótica y el deseo; vemos como grupos de amigas mayores vienen a descubrir cosas nuevas y acaban comentando los cambios corporales que han experimentado con el paso del tiempo y la menopausia, o mejor digamos “plenopausia”; incluso vemos como mujeres que nunca se habían permitido la oportunidad de explorar el cuerpo y el placer de manera libre y sin culpa, tras la reunión, empiezan a descubrirlo y lo viven con desconcierto, sorpresa e ilusión.

En una ocasión, una mujer nos llamó tras la reunión tuppersex para decirnos que los juguetes que había comprado estaban embrujados, porque no podía parar de usarlos. Obviamente no había ningún embrujo, sólo el descubrimiento de su propio cuerpo y placer.

Nuestra tienda es nuestra puerta de entrada, nos da muchas alegrías. Sobre todo porque invita a las personas a compartir directamente con nosotras la impresión que les causa el espacio. No paramos de escuchar cosas como: “he pasado mil veces por aquí y no había manera de atreverme a entrar. Ahora que estoy dentro veo que se está muy bien… ¡es que no me iría!” o “entrar aquí es como entrar a la panadería. Cuando vienes a una tienda así esperas que sea oscuro, un poco sucio. Pero como lo tenéis tan abierto, no da cosa entrar”.

Estas palabras tan comunes no son casualidad. Tienen que ver con la filosofía que trabajamos constantemente. Airear el sexo de tabúes y llenarlo de descubrimientos, exploración, aprendizajes y placeres.

El asesoramiento y las terapias son otra de esas ramas que hemos ido cuidando desde el principio, que requieren mucho esfuerzo y también donde se ven bellas transformaciones.

Cuando una persona decide que la acompañes en su proceso, es un acto de gran generosidad por su parte. Abre los lugares más íntimos y en ocasiones, dolorosos para que juntas podamos verlos, desmontarlos y, en nuestro caso, darle las herramientas para que lo pueda volver a montar de una manera más saludable.

Por último, la educación ha sido la vía más difícil de activar. Como os contábamos antes, ha costado mucho hacer entender que una cooperativa que vende productos eróticos, también puede hacer educación sexual a peques, adolescentes y personas adultas, y que de hecho lo hacemos con gran profesionalidad y dedicación.

Nos encanta hacer educación sexual. Sabemos que es uno de los trabajos que más sentido tiene para construir una sociedad que viva el sexo de una manera consciente, saludable y gratificante.

En los talleres trabajamos con grupos muy distintos, no sólo en edades o contextos: a veces vienen con mucha ilusión, ganas de hablar y escuchar. Otras veces vienen con miles de prejuicios e ideas preconcebidas erróneas; a veces son hostiles entre las personas que forman el grupo. Otras veces hay cuidados y amabilidad; a veces hay mucho respeto con la diversidad. Otras hay camaradería dentro del grupo y odio hacia lo externo, lo diferente.

Pero finalmente, en todos encontramos cuestiones en común: Por un lado confusión e inquietud, pero por otro curiosidad y una necesidad de entenderse para entender el mundo y las personas que les rodean sin miedos ni prejuicios. Para entenderse necesitan buenas preguntas que se puedan resolver ellas/os mismas/os. Y para hacerse buenas preguntas necesitan, en primer lugar, información que les haga entender las bases de su necesidad, y en segundo lugar, palabras que les ayuden a formular la pregunta de manera comprensible.

Muchas gracias a todas las personas que apostaron por nuestros talleres desde hace años, a las que confiáis y contáis con nosotras para vuestros proyectos o entidades. Gracias por creer en nosotras a la hora del asesoramiento y de la psicoterapia. Muchas gracias a todas las que habéis hecho un tupper con nosotras o venís a comprar algún producto, ¡y mil gracias por recomendarnos!