Un poco de historia y dificultades

El pasado 6 de septiembre hicimos una celebración para presentar nuestra nueva web y logo, y celebrar nuestros 12 ½ años de andadura. Aprovechamos la ocasión para hacer un recorrido por nuestra historia, explicar el porqué de nuestro nombre, y recordar cuáles son nuestros servicios… Os dejamos aquí un poquito de nuestra historia y las dificultades que nos encontramos en el día a día ¡Esperamos que os guste!

Hace 12 años y medio comenzamos esta andadura. Echamos los dientes en este espacio que hoy nos acoge (Zaragoza Activa).

Hace más de 12 años, la sexualidad era abarcada desde la sexología (educativa, terapéutica, seria, académica y bastante patriarcal) o desde el mercado de la erótica (oscuro, rancio, mercantilista, tóxico y machista). Ambas sin ninguna perspectiva feminista ni de economías alternativas.

Hace más de 12 años decidimos juntarlo todo. Por un lado, la parte sanitaria y educativa y por otra, el mercado de la erótica. Vinculándolas y enfocándolas desde la salud y placer. Construyendo un proyecto basado en 4 pilares: la sexología, el feminismo, la diversidad y la economía solidaria. Intentando hacer del mercado de la erótica algo más abierto, pedagógico y saludable; acercando la terapia y la educación a lo lúdico.

Hace 12 años y medio la sexualidad estaba aún más silenciada y el feminismo todavía rechinaba.

Hace más de 12 años ya éramos de metabolismo lento. Encajar las líneas de negocio desde la sexología, el feminismo y la economía solidaria fue lo más sencillo, a pesar de las horas dedicadas. La búsqueda del nombre fue toda una tarea. Casi 100 nombres en una lista hasta encontrar aquel que nos representara: Desmontando a la Pili.

Nuestra diseñadora Aurora Verón tuvo claro la imagen y nos hizo la primera matrioska tras casi darle algo malo al ver las tarjetas cutres que habíamos hecho para salir al primer mercadillo. Este primer diseño, la Pili madre, simbolizaba de manera sencilla nuestro sentir, dónde estábamos y lo que queríamos transmitir.

Hace 12 años el logo quería trasladar una imagen naif, limpia, tranquila, amable y desde la infancia. Una matrioska que tiene dentro diferentes estados del Yo como simbolismo de nuestra construcción de la sexualidad.

Una imagen, un nombre y un proyecto sexológico desde el amor y los afectos, los placeres y lo educativo, donde el cuerpo en su globalidad forma la identidad. Un logo que mostrara una vivencia del cuerpo desde lo sensorial, lo cognitivo, lo emocional y por supuesto, lo relacional.

Durante estos más de 12 años logo, nombre y misión se han ido hilvanado hasta estar más que convencidas del acierto de los mismos.

A lo largo de todos estos años hemos explicitado en distintas ocasiones la buena acogida del proyecto. Hoy, además, os queríamos contar algunas de las dificultades y obstáculos que hemos encontrado.

Ha sido, y sigue siendo difícil, trasladar la seriedad del proyecto. “Qué divertidas son las Pilis”; que sí, que lo somos, pero no sólo somos divertidas.

El freno o reticencias que hemos encontrado cuando nos hemos acercado o se han acercado a nuestro puesto en algún mercadillo.

La dificultad de hacer entender el carácter social del proyecto, estando hasta dos horas y media “intentando” convencer a una alto cargo de Triodos Bank o la negativa que recibimos para hacernos cooperativa de iniciativa social, con lo que eso nos hubiera facilitado.

El nombre, con toda su cualidad facilitadora por ser fresco y amable como debería ser la sexualidad, en algunos sitios resulta un freno para que se nos vea como profesionales de la sexología.

Se nos han cerrado muchas puertas de colegios, institutos o espacios municipales por tener productos eróticos. Por esa misma razón se nos ha desacreditado y devaluado sin fundamentos hasta en el pleno.

Hace 12 años, el mundo no era tan feminista, no, no. Nombrarse feminista por aquel entonces era un reto además de un acto coherente. Nos sugerían: “no os nombréis feministas”; “quitad la palabra feminismo, poned mejor igualdad” o el hecho de no dejarnos tener unos estatutos en femenino siendo socias (a partir de nosotras, debemos decir, ya se pudieron hacer los estatutos en femenino en otras cooperativas). Pero lo más cómico siempre será cuando nos denegaron, en un primer momento, el nombre por atentar contra la ley de violencia de género.

“Os podríais llamar Desmontando S.Coop. No mira gracias, suena a desmontar electrodomésticos. Perdona, es desmontar, no descuartizar.”

Fue un momento surrealista que pudimos resolver gracias a los vínculos y redes, tras un largo y currado escrito. Para compensar, resulta que el registro del nombre nos llegó, justo un 8 de marzo. Bello, ¿no?

Somos conscientes de que todas estas dificultades son porque vivimos dentro de una cultura machista, mercantilista y que silencia e invisibiliza. Sabemos que somos una sociedad con miedo y dificultad al placer. Reconocemos que la sexualidad nos atraviesa a todas las personas; de ahí que entendamos que este proyecto interpela a todo el mundo.

Durante estos más de 12 años hemos entendido y acogido todas las actitudes tanto negativas como positivas, desde los cuidados y la sexología pero también desde el sentido del humor y la confrontación constructiva. Algunas de esas actitudes han podido ser más desagradables de lo deseado, no conectamos nunca el miedo, pero sí que os queríamos decir que nos hacen perder mucha pero mucha energía, y tiempo.

“Qué divertidas son las Pilis”. No todo lo que hacemos es divertido. Desde siempre hemos recibido a personas con mucha carga emocional, muchísimos malestares y complejos bloqueos. Al proyecto llegan personas que sufren porque su sexualidad no es la hegemónica y han recibido castigo social, personas que han sufrido violencias o abusos, personas en relaciones tóxicas y sufrimiento desde la culpa por no sentir placer, por ejemplo.

Pero no todo ha sido duro. Hemos aprendido mucho de este proceso. Hemos sido conscientes de nuestra vulnerabilidad y nuestra ecodependencia. Somos muy conscientes y nos sentimos afortunadas de las redes personales y colectivas que nos habéis acompañado en estos más de 12 años. Queríamos volver a remarcar que este proyecto es gracias a muchas de las que estáis aquí y otras muchas que no están. Señalar además, la de cosas bonitas que nos han dicho en estos años.

Ahora, tras más de 12 años, el feminismo y la diversidad sexual por suerte está en auge y la sexualidad se ha hecho más visible. Las redes sociales están llenas de imágenes, ilustraciones, profesionales, productos, etc.

Nuestro trabajo se basa en que la gente sienta su orgullo y salgan de la vergüenza del ser y sentir. Hoy, tras más de 12 años de andadura, también queremos reivindicar nuestro orgullo. Sabemos del impacto de nuestro trabajo y de la responsabilidad que eso conlleva. Hacemos una labor preciosa y necesaria. Pero es que lo hacemos MUY BIEN y no queremos sentir vergüenza al decirlo. Lo hacemos muy bien porque detrás de cada cosa que se ve, hay mucho trabajo y formación, horas de pensar, compartir y construir. Hay mucho mimo y cuidado. Pero sobre todo, hoy queremos remarcar que seguimos siendo un proyecto pionero que enfoca la terapia, la educación, la venta de productos eróticos y los tuppersex, desde la sexología, el feminismo, la diversidad y la economía solidaria.

Por eso, os contamos todo esto, porque desde las fortalezas y debilidades, nos queríamos felicitar y queríamos celebrar con todas vosotras, todas las personas que antes o después habéis caminado de la mano con esta cooperativa. Nos queremos reivindicar y por qué no, presumir de proyecto. Pero sobre todo, os queremos agradecer que estéis ahí dando calor a las Pilis y deciros bien claro, que nos sentimos ORGULLOSAS.