Que los miedos se transformen en acciones

Hace unas semanas participamos con interés en la grabación de un vídeo para la Comisión de Igualdad del Parlamento Europeo. Lo hicimos conscientes del espacio en el que nos metíamos. Valoramos entre nosotras cómo sería nuestra participación en él. Dos días de grabación muy bien acompañadas con amigas guerreras que buscan en su trabajo una forma de vivir y estar, así como de profesionales del arte y los audiovisuales que nos acogieron de maravilla tras las cámaras. El resultado, no estamos en el vídeo. Resumen: nos han censurado. Otra vez. En unos momentos son las redes sociales, y ahora desde el estado. En concreto, desde un área que nos representa, o debería.

“Que el miedo se transforme en acciones”. Con esta frase comienza un vídeo que ha pagado el Parlamento Europeo y que han llamado -aquí el link- La Mujer responde ante la crisis. Se escucha bajo un acento andaluz bien conocido por nosotras. Porque es nuestra voz, nuestra respuesta ante la crisis. Y hoy, 8 de marzo, no encontramos mejor día para recordar al estado y sus políticas de igualdad que una vez más muestran sus verdaderas caras. Caras de no tener interés por las personas y mucho menos por la realidad machista en la que vivimos. Y alzamos la voz, sin victimismo – eso sabemos que les encanta –, sino desde la rabia. Rabia expresada, rabia confrontativa, rabia como respuesta. Porque nosotras el miedo lo transformamos en rabia para responder a vuestras agresiones, para decir NO. Porque la agresión no es simplemente la patada en boca, sino que uséis nuestra imagen para victimizarnos o para hablar en nuestro nombre o, lo que es más doloroso, para hablar de políticas de igualdad.

No era de extrañar que al ser críticas nuestras voces se silenciaran en el vídeo. De eso éramos conscientes. Como mujeres empoderadas, libres y autónomas, y al ver sobre qué iba el tema del vídeo, decidimos hablar de nuestras experiencias ante “la crisis”. Porque por el momento, según el contexto en el que estamos seguimos siendo mujeres y seguimos estando en crisis. Y es lo que tiene ser mujeres bien educadas: si nos preguntas, respondemos. Qué le vamos a hacer. Que no sale en el vídeo, pues nada, buscaremos otras vías.

Lo primero que queremos reconocer es el esfuerzo que la directora del vídeo ha realizado y sabemos de los agobios que ha vivido al recibir la respuesta institucional y vetarnos del proyecto. Para hacer frente al pago de las personas que han trabajado en el mismo (que, por supuesto, no son ninguna de las actrices), no le quedó otra que asumir lo que querían. Esto es como la vida misma, como el día a día de muchas. Si quieres tu salario, haz lo que te diga, calla y dame mi producto. No cualquier producto, claro. Sino aquel que no muestre que bajo esas políticas de emprendimiento e igualdad está como siempre el interés por mantener un sistema opresor, individualista y capitalista. Una vez más, las personas debemos someternos a los deseos del amo para recibir lo que es nuestro.

Cuando además estos proyectos se supone que van enfocados para el bien de las mujeres, pensados y subvencionados por políticas públicas que quieren fomentar la igualdad, puede parecer hasta cómico pero la verdad es que es hiriente.

He aquí algunas de las perlas que nos hemos tenido que oír como argumentos para explicar por qué no han permitido que ninguna de nuestras intervenciones salga en el vídeo.

Resulta que les molesta “que no haya representación de hombres en el vídeo”. Si quieres conocer las respuestas de las mujeres ante “la crisis”, a qué demonios viene el estado protestando porque sólo hablan las mujeres (a raíz de aquello hubo que volver a grabar y en el vídeo final sí salen hombres). A ver, ya bastante tenemos que aguantar con este sistema binarista de sexos como para encima no sacar a mujeres hablando de su tema. Si tu interés es saber qué opinan lxs físicxs sobre el acelerador de partículas, ¿verdad que no le preguntas a lxs biólogxs marinxs? Para qué tienes que dar una visión de los hombres. Igualdad es dar voz a todas, no al que siempre la ha tenido. Igualdad es dar voz a todas las silenciadas sin anular sus diferencias, sin homogeneizar al personal. ¿Meter a hombres en el vídeo son vuestras políticas de igualdad? ¿Tanto os asusta que las mujeres tomemos la palabra? La verdad es que lo entendemos, si nos dieseis espacio para hablar, a todas y cada una, no iba a quedar títere con cabeza.

Que resulta que “no hay mujeres con tacones”. Sin pretender ser cómicas en este aspecto aunque resulte difícil, nos preguntamos: ¿en qué momento hemos vuelto a valorar la valía de las personas en función de su vestimenta? Nosotras no vamos a cambiar nuestro modo de vestir. Creíamos saber que vestir con tacones no te da más valor, ni inteligencia ni te hace ser mejor emprendedora o mujer. Pero vamos, que si era cuestión de tacones, nosotras tenemos varios y nos los ponemos cuando haga falta y encantadas. Eso sí, el calzado que nos pongamos no cambia nuestras respuestas ante “la crisis”.

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Cuando parece que ya habíamos escuchado suficiente, llega otra cuestión que te hace reír por no llorar. Ese tipo de momentos en los que vuelves a ser consciente de que apenas hemos evolucionado y que el estado sigue teniendo políticas peligrosamente homófobas, en concreto, lesbófobas. Sin ser una sorpresa, no queremos dejar de nombrar comentarios de la talla de “hay demasiada estética de lesbiana”. Lo primero, sería preguntaros ¿y? Pero como no queremos vuestras respuestas sino que queremos hablar nosotras os vamos a explicar que por suerte existe la diversidad, por mucho que os duela. Resulta que de verdad de la buena, las mujeres somos diferentes y no todas somos femeninas. A algunas nos gustan las mujeres, a otras ir de hombre en hombre, a otras nos encanta el sexo y otras no queremos ser madres. Algunas queremos casarnos con nuestras novias y tener un montón de criaturas. Y de qué estábamos hablando… ah sí, de la respuesta de las mujeres ante “la crisis”. ¿O deberíamos decir mejor, ante “su crisis”?

Toca también hablar de sexo, que eso nos gusta mucho. Y claro, no da buena imagen una cooperativa de mujeres que venden sexo. Madre mía, ¡qué horror! Sí, y podemos afirmar que además de autogestionar nuestra vida laboral desde la horizontalidad, la cooperación y la ética, formamos, educamos, hablamos y enseñamos sobre sexo. Resulta, y no lo decimos sólo nosotras sino aparatos gubernamentales de prestigio y reconocimiento, que todas las personas tenemos sexualidad y tenemos derecho a vivirla de un modo pleno y libre. Y nosotras nos dedicamos a eso. Educación sexual para todas. Porque nuestra salud también es sexual. Y vamos más allá, queremos contribuir a que las personas vivamos nuestros cuerpos desde el placer.

Cuando ya no podíamos salir del bucle creado y nuestros ojos estaban tan secos que necesitaban algo de lubricante, viene la frase estelar. “Encima tienen una visión negativa de la crisis”. Y qué queréis que pensemos. ¿Que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades? ¿Qué las personas debemos emprender por el bien del país? ¿Que tenemos que ser la población quienes hagamos esfuerzos? ¿Que de verdad existe tal crisis? ¿De verdad creéis que nos tragamos ese cuento? Porque ante la pregunta que se nos hizo de definir con una palabra qué pensamos de “la crisis” dijimos: estafa. Alto y claro. Dejamos de creer en los Reyes Magos hace tiempo. Bueno, en los reyes en general y los príncipes en particular. Que nuestras familias nos han educado en el pensamiento crítico, en los afectos y en la libertad. Que si cuando nos piden definir “la crisis” decimos estafa, eso no es ser negativas, es ser realistas. Que nos habéis vendido un montón de mantas de lanas en pleno verano y ya estamos cansadas. Que os repetimos las veces que haga falta que darles dinero a los bancos y limitar nuestros derechos no es por el bien común, sino un modo de provocar malestar, de abocarnos a depresiones o suicidios, o mejor dicho, atacáis nuestro bienestar, nos deprimís y nos asesináis. Que si estáis dando un golpe de estado poco a poco no creáis que no lo vemos, no creáis que tenemos miedo y sobre todo no creáis que nos quedaremos paradas. Como se escucha al principio de vuestro vídeo, queremos “que el miedo se transforme en acciones”. Porque lo que hacéis en nombre de nosotras no es más que seguir manteniendo una sociedad que nos asesina y maltrata. Que sabemos bien de lo que hablamos cuando afirmamos que si quieres emprender, no pidas dinero a la banca, porque ya conocemos bien las políticas nada éticas de los bancos y los banqueros. (Obviamente, esa era otra de nuestras respuestas que no gustó y se eliminó del vídeo). Nosotras no emprendemos, nosotras hacemos y gestionamos nuestras vidas cada día. Vuestras políticas de microcréditos no son más que otras formas de someternos a través de la deuda. Así que nosotras apostamos por nuestras redes. Tejemos nuevas vías de apoyo mutuo y cooperación desde la verdadera igualdad, donde se aceptan las diferencias y se fomentan las actitudes propositivas. Creemos en la construcción de un común, donde entremos todas y se hagan políticas para todas. Creemos también en desmontar vuestro sistema de creencias para reapropiarnos de nosotras mismas y no teneros miedo.

Nos importa un bledo no salir en vuestros vídeos. Una vez más, hemos aprendido mucho con esta experiencia que nos reafirma en la búsqueda de vías alternativas. Y nosotras nos calzaremos como bien nos parezca. Dime cómo calzas y te diré quién eres.

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Queda mucho por caminar. Que todos los días sean 8 de marzo

Desmontando a la Pili S.Coop.
Natalia, Victoria y Lurdes.