Instituciones y asociaciones deberían fomentar el debate sobre la sexualidad en las mujeres con discapacidad, algo de lo que apenas se habla en Canarias ya que, por lo general, la presión social y familiar provoca la infantilización de este colectivo, al que se ve como asexual.
Así lo indica en una entrevista a Efe Yaiza Afonso Higuera, responsable del área de Igualdad de la Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de Canarias, quien señala que «la mujer con discapacidad está infantilizada» y la sociedad la ve principalmente de una manera estereotipada, como un sujeto asexual.
Esta visión influye en la forma de desarrollarse de las mujeres con discapacidad, pues por un lado la familia las coarta y les impide ejercer su libertad de conciencia y de elección, y por otro ellas, más que los hombres, están tan guiadas por los parientes que incluso les dicen cómo tienen que cortarse el pelo.
«No las han educado para ser seres autónomos e independientes» y esto también provoca «un desastre a nivel sexual» porque la sexualidad «es un todo: no sólo implica tener sexo sino la relación con los demás, el trabajo del cariño y del afecto», resume Yaiza Afonso.
Sin embargo, al no haber diálogo sobre este asunto no se permite la maduración de una persona con discapacidad, la capacidad de poder vivir una sexualidad plena desde el afecto básico hasta las relaciones íntimas en sí, el derecho al amor a la pareja y a poder tener una planificación familiar.
Pero la responsable de Igualdad de la Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de Canarias advierte también de que la sexualidad en este colectivo no puede ser igual a una planificación familiar forzosa o una educación sexual «para menores».
Otro factor que influye en este asunto es el concepto de belleza en la sociedad, que es «sesgado, cerrado y dictatorial», de tal forma que hay gente que no percibe como atractiva a una persona con movilidad reducida o con otra discapacidad.
De hecho, relata una anécdota que le sucedió a un miembro de la coordinadora, quien presenció como una mujer exclamaba su pena por ver en silla de ruedas «a una chica muy guapita». Quien presenció la escena se preguntó si una persona con poca movilidad «no puede ser sexy».
Esta postura coarta que un hombre o una mujer se fijen y vean a otras personas con discapacidad como a unos seres «de los que te puedes enamorar, disfrutar o tener una amistad», explica Yaiza Afonso.
Otra cuestión que comienza a ser debatida, aunque «muy poco» en Canarias, es la relacionada con los deseos sexuales de personas con grandes discapacidades, que apenas se pueden mover o con nula movilidad, y si acaso se plantea el asunto es casi siempre para referirse a la sexualidad masculina.
Para la representante de la coordinadora, se debería incorporar el debate sobre sexualidad y discapacidad «de manera transversal» en todas las asociaciones del colectivo y en todas las instituciones, de forma que haya una perspectiva sobre esta cuestión en todos los proyectos.
También se debe debatir sobre la planificación familiar en el colectivo de personas con discapacidad, pues a menudo se fomenta la ligadura de trompas en las mujeres sin consultarlas, sobre todo si padecen una discapacidad psíquica.
Por el contrario, apunta Yaiza Afonso, habría que fomentar la discusión sobre el derecho a ser madres de las mujeres con discapacidad y hay que fomentar la conciencia en el propio colectivo para no tratarlo de una manera asistencial, sino constructiva y de reflexión.
Debe ser el colectivo mismo el que propicie el debate, hable y cuente sus cosas, de tal manera que las leyes no las hagan «sólo» quien no tiene una discapacidad, añade.
A su juicio, parte del problema es que en general este colectivo está infantilizado y las discapacidades son múltiples, pues a menudo se suman las intelectuales, las psíquicas y las físicas, y además «en conjunto tiene que haber un cambio para ver a las personas con discapacidad como iguales».
Agrega Yaiza Afonso que el 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer, se celebrará un acto destinado a mujeres con discapacidad en el que se tiene previsto presentar un estudio sobre su situación en Tenerife.
Además el Instituto Canario de Igualdad también ha previsto abordar a lo largo de este año la educación afectivo-sexual «y la invisibilidad» de la sexualidad en las mujeres con discapacidad dentro del programa «Mujeres que cuentan».