Ya os habíamos hablado de la importancia del cuidado menstrual y los modos más convenientes de llevarlo a cabo. También os habíamos hablado de los inconvenientes de utilizar compresas o tampones por los tóxicos que desprenden en nuestro cuerpo y los olores que generan, sus absorbentes que nos dejan secas, la enorme cantidad de residuos no biodegradables que generan, entre otros.
Hoy os vamos a hablar de otra de las alternativas más saludables y cómodas con la que podemos contar para menstruar a gusto.
Las bragas menstruales representan una revolución y no solamente en cuanto a higiene y cuidado del cuerpo. Fueron ideadas como respuesta a la situación de crueldad en que vivían muchas mujeres en África e India. Teniendo que permanecer encerradas en sus casas cuando tenían la regla, al no poder contar con productos de primera necesidad como compresas, tampones o copas menstruales. Cada día son más voces las que se levantan en contra del tabú de la menstruación, para normalizar y legitimar nuestros propios procesos, los de nuestros cuerpos y sus torrentes. Voces como las del documental: Period end of sentences (una evolución en toda regla), que se alzan en contra del estigma de la menstruación. En medio de esta revolución de los cuerpos, se encuentra el surgimiento de las bragas menstruales. ¿Qué es eso que las hace tan especiales y esperadas?
Además de ser uno de los elementos que acompañan la normalización y aceptación de nuestros fluidos, representan una revolución en cuanto a comodidad y seguridad. Son bragas corrientes en su apariencia, pero están hechas de un tejido técnico especial -una combinación de algodón y poliester- que retiene el flujo menstrual. Esto quiere decir que la parte de contacto con la piel no se queda húmeda y además no traspasa hacia afuera. Podemos ir seguras por la calle sin temor a manchar los tejidos, porque no lo hará.
Ya no tendremos que estar preocupadas por el “se me ha movido la compresa”, “la tengo más retorcida que el tronco de un bonsai” o “¡no me acuerdo si me he quitado el tampón!”. Y para las primeras menstruaciones y los primeros contactos con la regla, cuando aún no estamos para nada familiarizadas con ella ni con los medios de retención menstruales, pero sí con las braguitas que llevamos todos los días.
¿Cuánto tiempo puedo estar con ellas puestas? ¿Retendrán todo el flujo de mi menstruación?
Hemos de pensar que cada cuerpo ha de hacerse una idea de la cantidad de flujo que genera, en función del día de la menstruación en el que se encuentre entre otros factores. Más o menos cada braga (dependiendo del modelo) tiene una absorción similar a dos tampones. Al igual que aprendimos a calcular cada cuánto tiempo debíamos cambiarnos un tampón, una compresa o la copa, lo hacemos con nuestras braguitas cocoro.
¿Y qué me dices del olor?
Respecto al olor de la menstruación, tener presente que lo que genera malos olores son los productos químicos de los medios habituales de higiene como las compresas o tampones. El flujo menstrual no huele mal, huele a sangre y las bragas cocoro no cuentan con estos productos químicos, por lo tanto no generan malos olores.
¿Cómo las limpio?
En cuanto a su cuidado y limpieza, puedes lavarlas tanto a mano como a máquina. Eso sí, no las metas a una temperatura mayor a 30º y evita utilizar suavizantes, jabones de marsella o aceites ya que pueden alterar la capacidad de absorción. ¡Nada de plancha ni secadora!
Ya estás lista para vivir tu menstruación a pierna suelta sin más preocupación que la de mimarte y quererte mucho.
Puedes conseguirlas en nuestro espacio o en nuestra tienda online.
¡Disfrútalo!