Uso de las bolas chinas, esas grandes aliadas

Parece que todo el mundo ha oído hablar de las bolas chinas, aunque vemos que sigue habiendo muchas ideas erróneas al respecto. Las bolas chinas pueden ser un juguete erótico, pero sobre todo están pensadas para entrenar y así fortalecer nuestra musculatura pélvica.

 ¿Qué son? 

Son bolas de silicona con formas redondeadas que a su vez contienen unas bolas de metal en su interior que con el movimiento generan una especie de vibración.

 ¿Para qué sirven?

Se pueden introducir en la vagina en cualquier momento y su vibración genera que la musculatura vaginal se tense y se ejercite, fortaleciendo así el suelo pélvico.

 Uso terapéutico:

entre otras cosas, el uso continuado de las bolas chinas nos puede servir para:

  • Evitar incontinencias: para prevenir o tratarlas, a cualquier edad
  • Evitar prolapsos (descenso de la vejiga, el útero o el recto). Un buen tono muscular contribuye a evitar este tipo de patologías.
  • Mejorar las relaciones sexuales: contribuyen a aumentar la sensibilidad de la vagina porque facilitan el riego sanguíneo de la zona.
  • Conseguir mejores orgasmos, porque a mayor sensibilidad mayor excitación.
  • Tomar conciencia diariamente de que tenemos una vagina que cuidar y mimar y de lo importante que es la salud sexual para nuestra salud en general.

 Modo de empleo: gimnasia muscular pélvica.

como se usan las bolas chinas
uso de las bolas chinas

Se recomienda adoptar una postura similar a la de la introducción de un tampón.

Utilizar siempre algo de lubricante preferentemente de base acuosa, para facilitar su entrada.

Se introduce la primera, se recomienda mover a continuación la pelvis ligeramente para que se adapte en nuestro interior, y a continuación introducir la segunda.

Se puede comenzar con una duración de alrededor de 10 minutos, para ir incrementando la duración gradualmente, hasta llegar a unos 30 ó 45 minutos. Lo ideal es utilizarlas siempre en movimiento: caminando, bailando o mientras estemos por casa haciendo cosas. Ese movimiento hará que las bolas interiores se muevan y así hagan trabajar nuestros músculos. También se pueden hacer los ejercicios de Kegel con ellas puestas (contracciones voluntarias de la musculatura pélvica). Es suficiente con usarlas unas tres veces a la semana, entre 30 y 45 min.

Es importante ser constantes en su uso, al igual que ir al gimnasio. No sirve de nada utilizarlas cuatro días y olvidarse de ellas; lo mejor es empezar poco a poco, y aumentar como en un entrenamiento. Lo ideal es ir incrementando el peso y disminuyendo el tamaño, para que los músculos vayan trabajando cada vez más. Existen algunos modelos que tienen varios pesos para facilitar este trabajo gradual.

 ¿Y si se caen?

Puede ser que hayamos abusado del lubricante: en ese caso simplemente hay que sacarlas, lavarlas y volverlas a introducir sin tanto lubricante.

Pero también puede ser que la musculatura esté muy debilitada: si una misma nota que es realmente demasiado peso y no las puede sostener, entonces es mejor sentarse y hacer los ejercicios de Kegel. Aunque también puede ser que se necesite otro tipo de ayuda especializada. Existen profesionales de la fisioterapia uroginecológica que te pueden realizar una valoración de cuál es realmente tu caso individual y tus necesidades, dado que no a todas las mujeres nos sirve lo mismo.

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Nosotras trabajamos mano a mano con Nusca Lalueza, que trabaja en ALDAMA, centro para la recuperación post-parto, y atención a la menopausia y trabaja en el centro FISACTIVE – Fisioterapia y entrenamiento reequilibrador

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 Importante

  • Al sacarlas se puede notar cierta reticencia de la  vagina y por ello, cierta dificultad en sacarlas. No te preocupes, significa que la musculatura está trabajada y continua tensa. Busca una postura relajada (tumbada de la cama, por ejemplo) y tira del cordón suamente.
  • Puedes notar cierta presión en la zona del vientre. Significa que tu musculatura está cansada.