Por regla general, desde esta cooperativa somos bastante provacunas, pero ésta es un descaro, es inútil. Es un descaro porque en sí misma no tiene sentido para la prevención del HPV (Virus del Papiloma Humano), tiene unos efectos secundarios muy dañinos y está generando un imaginario erróneo del propio virus. ¿Qué intereses hay detrás de este tipo de vacunas?
Una vez más, el capitalismo feroz y el patriarcado hacen su alianza para medicalizar y patologizar nuestra salud, paternalizando nuestros cuerpos y lucrándose a costa del control y del miedo.
La mejor forma de cuidarnos del HPV es una educación sexual basada en el placer y la alegría, agenciamientos psicológicos y una buena educación emocional desde la infancia, revisiones anuales con citologías y un cuidado de los tóxicos (alimentos, humos, cosméticas, etc) que nos rodean. Menos vacuna y más transformación social.
Se necesitan más firmas. Desde la Red Caps, Red de Mujeres Profesionales de la Salud se apoya este discurso.
Firma aquí, ayúdanos a la difusión.
Segunda imagen: Lola Vendetta