La piel es el órgano sexual más grande del cuerpo, ni el pene, ni el clítoris, ni siquiera el cerebro.
Puede que te sorprenda, pero tiene todo el sentido: la piel es un órgano sexual porque todo nuestro cuerpo es sexuado de la cabeza a los pies. ¡Hay vida más allá de los genitales y las zonas erógenas «convencionales»!
No nos cansaremos de decirlo. El sexo verdaderamente tiene que ver con lo que somos, con lo que sentimos, con el cuerpo y sus sensaciones, con las emociones y con la gestión de las mismas, con las relaciones y las decisiones que tomamos en ellas.
Nuestra piel tiene un gran potencial en materia de sensaciones y por lo tanto también en el deseo y en las relaciones con otras personas.
Aprender a disfrutar de esas sensaciones con intensidad es un proceso a veces complicado en la cultura de la inmediatez y productividad en la que vivimos.
¿Paras alguna vez para observar y disfrutar de las sensaciones que te aporta tu piel?
¿Dedicas tiempo e imaginación para ampliar tu biblioteca de sensaciones de vez en cuando?
¿Buscas geles o aceites que aumenten tu sensibilidad y estimulen tu piel de diferentes maneras? Tenemos un surtido muy amplio, puedes echarle un vistazo aquí.
Síguenos en redes sociales para conocer más sobre nuestra labor fomentando la salud sexual; te dejamos el enlace directo a nuestro instagram y facebook.