Mucha gente empieza el año con propósitos de año nuevo; uno de los habituales es hacer más ejercicio, cuidarnos más… Tal y como prometimos el mes pasado, llegamos con propuestas que podrán servir para quien le apetezca entrenar su placer. Cuanto más placer sintamos y proporcionemos más placer vendrá a nuestras vidas.
¿He oído bien? ¿Entrenar el placer? ¿Pero cómo?
Primero: recuerda, el placer en está en tus manos.
Segundo. Existen un montón de maneras de estimular y entrenar los placeres. Cada persona ha de encontrar la suya propia. Os lo podéis plantear como un interesante exploración de vosotras/os mismas/os, como cuando te adentras en un sendero más o menos desconocido.
– Podemos empezar alimentando nuestras fantasías, ya sea a través de la imaginación, de la literatura o las películas eróticas; jugar con ellas, compartirlas, disfrutarlas. Si además las escribimos, mejor todavía.
– Usar conscientemente los cinco sentidostambién puede llevarnos a explorar nuevos caminos, ampliar nuestro mapa erótico y disfrutar de nuestros cuerpos sensitivos. Existe una gran variedad de juguetes y productos eróticos que pueden contribuir a esta exploración.
– Conocerse y quererse también puede mejorar nuestros placeres. Cuanto mejor sepa lo que me gusta mejor podré hacerlo realidad y transmitirlo.
– Plantearse pequeños cambios siempre ayuda a ir más allá: escribe tus propósitos de año nuevo placenteros y compártelo con alguien (así te lo recordará, podréis compartir cómo va la cosa y os podéis dar ideas mutuamente).
A veces se interpone la cultura, las vergüenzas, los miedos, tabúes, etc., entre nosotras/os y nuestro placer. Recordemos que de nosotras/os depende si queremos abrirle la puerta o cerrársela.
Para terminar nos gustaría recordar que placer no es sólo un sustantivo, sino también un verbo, lo cual lo convierte inevitablemente en otra invitación a convertirnos en sujetos del placer, personas que gozan y lo transmiten sin tapujos, con alegría y buen humor.